De manera unánime, los 16 consejeros y consejeras regionales solicitaron la destitución de la Gobernadora de la Región de Coquimbo por notable abandono de deberes. Y por nuestra parte, hemos respaldado públicamente esta acción.
Se trata de algo inédito en la historia de los cuerpos colegiados en nuestro país. Es difícil, incluso, encontrar a nivel de concejos municipales una presentación tan transversal desde todos los sectores, y a mi juicio con argumentos que ameritan esta acción, considerando la falta de ejecución presupuestaria y de cumplimiento de los acuerdos del Consejo regional en tiempo y forma, solo por mencionar algunos de los antecedentes que los cores evaluaron durante un buen tiempo, entendiendo que esta presentación era un último recurso. Porque hubo muchos intentos para que la Gobernadora cambiara su actitud hacia funcionarios, hacia los propios consejeros y hacia los habitantes de la región.
Los consejeros regionales están cumpliendo su rol, tal como los parlamentarios tienen la atribución de fiscalizar a las instituciones del Estado o los concejales deben hacerlo con con la gestión municipal y del alcalde. En su actuación, los cores están interpretando a la ciudadanía de la Región de Coquimbo, porque cuando uno conversa con dirigentes sociales de las distintas comunas y comunidades rurales, hay una muy mala evaluación del trabajo de la Gobernadora, que contrasta con lo que uno ve en otras regiones, donde hay respeto, coordinación y buen entendimiento; a diferencia de nuestra experiencia que haderivado en problemas de gestión y de ejecución presupuestaria, que el año pasado se salvaron sólo de manera administrativa con traspasos de recursos a otros organismos, pero que no hablan de ejecución de FNDR propiamente tal, existiendo tantas necesidades.
Los habitantes de la región de Coquimbo merecen una gestión acorde a las expectativas que se habían generado con la elección por voto ciudadano de los gobernadores regionales. Esperamos que el Tribunal Electoral Regional se pronuncie lo antes posible y dé certezas ante esta situación de ingobernabilidad que existe en la región de Coquimbo.