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Hace unos días el Presidente de la República, Gabriel Boric, estuvo en Europa, entre otros motivos, para promover que inversionistas se decidan a desarrollar actividades productivas en Chile. A esto se suma que hace algunos meses el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, desarrolló una agenda similar en Estados Unidos y Canadá. Pero tras estos esfuerzos cabe preguntarse si de verdad se quiere atraer inversión a nuestro país y de paso a nuestra región.

Esta semana pude conocer el proyecto minero El Espino, de Pucobre, en la comuna de Illapel, a partir de una invitación de trabajadores y de la Asociación de Emprendedores de la capital del Choapa. Se trata de la operación de una mina para para extraer y producir cobre fino, lo que permitiría crear 500 empleos directos y otros 500 puestos de trabajo indirectos, además de permitir que Illapel pueda acceder a los recursos del Fondo de Comunas Mineras que considera la Ley del Royalty. Este proyecto, que considera un porcentaje de inversión extranjera aún no puede comenzar a operar porque lleva 6 meses esperando una resolución de Conaf, a pesar de que están cultivando y plantando unos 100 mil árboles nativos, como canelos, quillalles y ubillos, entre otros; 10 veces más de los que se podrían remover en la faena.

Lamentablemente este caso de burocracia y exceso de permisologíano es único porque resulta difícil de entenderque aún cuando proyectos son aprobados en las instancias regionales, cumpliendo con la normativa ambiental y con autorizaciones de todos los servicios, deban esperarratificación de la justicia, de un Comité de Ministros y nuevamente de la justicia. Todo esto en un escenarioregional de falta de inversión y precarización del empleo, en donde el trabajo informal tiene una alta incidencia.

Muchas veces nos quejamos que la región de Coquimbo está estancada y no crece, pero no necesariamente es porque empresas no quieren invertir, sino que la burocracia nos tiene atrapados en un laberinto de papeles y permisos.Mientras, cientos de personas que se endeudaron para estudiar ingenierías y carreras técnicas, hoy están trabajando en cualquier cosa menos en lo que tienen habilidades y conocimientos para aportar al desarrollo regional y para mantener a sus familias.