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La calidad de la atención de salud resulta siempre una de las principales preocupaciones de las familias en nuestra región. La antigüedad de la infraestructura, la falta de equipamiento necesario, la baja cantidad de médicos, ausencia de ciertos especialistas, junto al deficit de personal profesional y técnico en hospitales y atención primaria son parte de la lamentable realidad actual. Parte de este panorama debería cambiar con los nuevos hospitales de Coquimbo, La Serena e Illapel, que debieran comenzar su construcción en los próximos meses. Y también a partir de la acertada decisión de la Universidad de La Serena de comenzar a impartir la carrera de Medicina, respondiendo de manera concreta desde su ámbito de acción a la demanda ciudadana de mejor salud.

La formación de médicos en la universidad estatal de nuestra región que puedan aportar en mejorar la atención debe ser un desafío que nos involucre a todos desde nuestro rol, para que sea realidad de manera exitosa. Me consta el compromiso del Colegio Médico, de los gremios de la salud y organizaciones de la sociedad civil con este importante proyecto, que permitiría avanzar en resolver el deficit de profesionales en esta área, sin que los estudiantes deban alejarse de sus familias y con un contexto de realidad local desde la educación pública y la salud pública.

Por lo pronto hay una decisión de la Universidad de La Serena para que el 2025 puedan ingresar los primeros estudiantes a Medicina en la capital regional y las clases se realizarán en actuales dependencias de otras carreras del área de la salud, teniendo en el mejor de los casos ya egresados el año 2030. Por supuesto que este compromiso de la universidad debiera ser apoyado desde el Estado, dotando a la casa de estudios y a los futuros profesionales de nuevas dependencias para que su formación sea en las condiciones adecuadas y ese debe ser un compromiso de todas las autoridades de la región de Coquimbo, la Gobernadora, los consejeros regionales, la delegación presidencial, parlamentarios, alcaldes y la sociedad civil. No me cabe duda de que aunando todos los esfuerzos, podremos tener también la primera piedra de la nueva Facultad de Medicina de la Universidad de La Serena el año 2025.