Skip to main content
En la encrucijada de la reforma de salud en Chile, debemos analizar cómo avanzar hacia soluciones reales para millones de chilenas y chilenos que dependen de un sistema de salud más equitativo y accesible. La reciente decisión del Tribunal Constitucional, al rechazar el requerimiento de inconstitucionalidad liderado por diputados comunistas, abre una puerta de reflexión sobre cómo los poderes legislativos pueden y deben ofrecer una solución hacia una salud más justa y eficiente.
En un análisis del fallo del Tribunal Constitucional (C. 46º), se destaca un argumento fundamental: ‘[…] el Congreso no se enfrenta a una causa pendiente de resolución, sino a una sentencia firme que está en etapa de cumplimiento’. Como señala el TC, esta situación no limita al legislador ni al constituyente derivado para dar un marco normativo e implementar con el menor estrés posible la sentencia de la Corte Suprema relacionada con los planes de salud. El objetivo es claro: garantizar principios constitucionales como la igualdad, la no discriminación y el acceso universal a la atención médica, al tiempo que se asegura la sostenibilidad integral del sistema de salud. Un equilibrio delicado pero esencial para el bienestar de todos los chilenos.
Otra sentencia del mismo TC (STC Rol N° 1710) marcó un hito importante al declarar la inconstitucionalidad de ciertos aspectos de la Ley N° 18.933, que permitía diferenciaciones por género y edad en las tablas de factores aplicadas por las isapres. Aquí se sentó un estándar constitucional: la política de salud debe ser impulsada por el Congreso mediante una ley. Sin embargo, es impresentable que, a pesar de las acciones judiciales que siguieron a esta sentencia y la derogación de criterios discriminatorios, aún no se materialice la legislación necesaria para concretar estos principios en políticas de salud.
Tenemos dos caminos. Buscar trabar la búsqueda de soluciones, como eligieron los diputados del PC, o trabajar soluciones. Nosotros escogemos este último camino, en beneficio de las personas. La reforma de salud es una tarea urgente y crucial que requiere colaboración y diálogo con todo el espectro político. La sentencia de la Corte Suprema y la reciente decisión del Tribunal Constitucional subrayan la responsabilidad y la autoridad del Congreso para dar forma a soluciones reales y tangibles en el ámbito de la salud. Por nuestra parte, junto a otros senadores, pusimos una alternativa, a juicio del TC válida, a pesar de que algunos diputados no lo compartan. El punto es que para debatir y rebatir ideas está el Congreso.
En este contexto, instamos a los diputados de la coalición de gobierno y a políticos de todos los colores a reconsiderar el enfoque y los recursos empleados en la búsqueda de soluciones para trabajar juntos, debatir y construir políticas de salud que beneficien a todas y a todos.
El tiempo es esencial y los ciudadanos merecen un sistema de salud que funcione para ellos, sin defensas corporativas ni salvatajes, como se ha esgrimido falsamente. La tarea de reformar la salud no se limita a un debate jurídico, sino que se trata de construir soluciones efectivas y sostenibles.
Finalmente, el fallo del Tribunal Constitucional nos recuerda la importancia de abordar los problemas de salud de manera efectiva y colaborativa. Es hora de que todos los actores, Gobierno y parlamentarios, de oposición y oficialistas, aseguren un cumplimiento del fallo de la Corte Suprema velando por la sostenibilidad del sistema de salud para todas y todos los chilenos.
Autor: Ximena Rincón / Matías Walker
El Mercurio. 4 de agosto de 2023.