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Tal como consigna Diario El Día en su edición de este sábado, existen proyectos de inversión por más de 11 mil millones de dólares a la espera de su revisión en el Comité de Ministros, atrapados en un laberinto de burocracia y falta de decisión política. Burocracia, porque resulta inentendible que después que los proyectos son aprobados en las instancias regionales, cumpliendo con la normativa ambiental; después de que se han entregado todos los informes consolidados de los servicios públicos, aún así se encuentren a la espera de su ratificación por un Comité de Ministros que es un ente eminentemente político y que no tiene competencias de carácter técnico. Sumado a ello, llama la atención que tengamos hoy la menor cantidad de proyectos en trámite en el Sistema de Evaluación Ambiental, la cifra más baja en 25 años. Todo lo anterior por supuesto que preocupa en un escenario de recesión económica, alta inflación, falta de inversión, desempleo y precarización del empleo, en donde el trabajo informal tiene una alta incidencia. 

Este momento económico y social requiere tomar una decisión política, pero lamentablemente la coalición que nos gobierna tiene un complejo frente al crecimiento económico. Lo vimos, por ejemplo, en la ambigüedad que mostraron sus propios parlamentarios respecto de la aprobación del TPP11, que es el mayor acuerdo comercial del mundo, el que indudablemente le genera a Chile oportunidades de inversión y creación de empleo, pero la mayoría de los parlamentarios de gobierno votaron en contra de ese tratado. También lo vimos en todo el tiempo que se dilató el acuerdo de modernización con la Unión Europea, que recién se suscribió esta semana. Además, la lentitud en la ejecución del presupuesto de obras públicas o del propio gobierno regional hablan también de una ambigüedad frente a la generación de empleo y frente al crecimientopara la Región de Coquimbo que resulta preocupante.

Por nuestra parte, vamos a seguir no sólo denunciando, sino que vamos a seguir generando propuestas para que el desarrollo de la región sea lo más concreto posible en un escenario de recesión económica, que no se puede ver como una fatalidad, sino como falta de acción y de decisión política.