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El 24 de septiembre próximo vence el plazo que se dieron en el gobierno para resolver los problemas detectados en el diseño del futuro nuevo hospital de La Serena, el que deberá entregar atención a pacientes de la ciudad y región, al menos, por los próximos 50 años. Se trata de numerosas falencias que dificultarían el trabajo en el recinto asistencial y que fueron alertadas hace algunos meses, lo que obligó a paralizar el proceso para intentar hacer algunas mejoras.

De acuerdo a la información disponible, el proyecto inicial sufrió una serie de modificaciones en el tiempo a partir de intervenciones de diferentes estamentos, lo que redujo su tamaño en 14 mil metros cuadrados que se recortaron durante todo el proceso. Eso provocó que haya áreas que correspondía ser de mayor tamaño, considerando que debían atender a más personas, pero que quedaron más pequeños que lo que ya hoy existe en el antiguo hospital. También lo contrario: servicios diseñados para atender a más pacientes que la real demanda futura, lo que llevará a tener infraestructura y recurso sin uso, sólo por mencionar algunas deficiencias.

Este tema nos tiene preocupados y ocupados. Nos hemos reunido con la Ministra de Obras Públicas, que vino a la región; sostuvimos una reunión de trabajo con el jefe de concesiones del Ministerio de Obras Públicas, de quienes depende esta obra que se ejecutará bajo el sistema de concesiones, e incluso, pedimos y llevamos a cabo una sesión especial de Senado con las ministras de Salud y de Obras Públicas, que son aquellos ministerios que deben adecuar el proyecto para que sea lo que necesitan los equipos que deben entregar atención a la ciudadanía.

Hoy le exigimos al gobierno que con urgencia ponga de acuerdo a todas la partes: Al Ministerio de Salud, al de Obras Públicas, al Servicio de Salud y a los equipos del Hospital, con la empresa concesionaria. Corresponde sincerar que el diseño de este recinto es deficiente y ya quedó chico; corregirlo, pagar lo justo y razonable por estas áreas no consideradas y por las mejoras, para que las obras del nuevo hospital de La Serena puedan comenzar a la brevedad y entrar en funciones –en red con los otros hospitales de la región– lo antes posible.