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El pronto inicio de obras del nuevo hospital de Coquimbo durante este año y también el nuevo hospital de La Serena durante el primer trimestre del 2024 fue una de las buenas noticias que dejó la reciente visita a la región por parte del Presidente de la República. Era una esperada respuesta a numerosas gestiones que realizamos como parlamentarios, junto a organizaciones de la sociedad civil para concretar estos centros de salud. En el caso de La Serena para aumentar la superficie y que se pueda aumentar la resolutividad en beneficio de los pacientes, después que alertáramos que antes de iniciar obras este recinto asistencial ya había quedado chico.

Sin embargo, sabemos que no todo es fierro y cemento y se requiere, además, equipamiento y personal calificado para mejorar las prestaciones de salud que se entregan a los pacientes. Por esta razón es necesario cubrir también ese frente. Una alerta de esto fue la que hicieron los profesionales del servicio de urología del hospital de La Serena. Durante la semana presentaron la renuncia con fecha 1 de noviembre porque quieren mejores condiciones para atender pacientes. No estamos hablando de una exigencia de mejoras en su sueldos, sino poder entregar mejor atención. Un llamado similar es el que han hecho desde los gremios de salud en defensa del personal que fue contratado durante la pandemia del Covid, permitiendo mejorar las atención en centros de salud. Por supuesto que respaldamos este requerimiento y hemos pedido a los ministerios de salud y hacienda que se resuelva este requerimiento.

Las personas son fundamentales en materia de salud. Así lo reconocen autoridades de este sector, quienes señalan que contar con profesionales capacitados y especialistas es lo que hará la diferencia en poder entregar mejor atención en la región. Entonces lo que debemos es avanzar ahora en la formación de los profesionales y especialistas que se requieren y que se necesitarán en estos hospitales, para efectivamente mejorar la atención. Es tiempo hoy de establecer desde el Ministerio de Salud, con los consejos consultivos, con los colegios profesionales, organizaciones de la sociedad civil, con parlamentarios, consejeros regionales; un cronograma para que permita que cuando contemos con los nuevos hospitales, se pueda ya tener el personal que efectivamente permita mejorar la atención de salud.